VENEZUELA DICE PRESENTE: Narrativa indígena inunda el Festival Internacional de Cine de Berlín

(Maracaibo, 30 de enero de 2015).- Cada febrero suele ser sinónimo del prestigioso festival internacional de Cine de Berlín, también conocido como “Berlinale” que se celebra, valga la redundancia, en la ciudad de Berlín, Alemania, en la que se suscitará del 5 al 15 próximo la 65 edición del mismo.

Este festival catalogado por la Federación Internacional de Asociaciones de productores de Cine como uno de los tres festivales más importantes a nivel internacional junto al de Cannes y al de Venecia, ha servido, año tras año, como plataforma para exponer y acceder, principalmente, a la cinematografía naciente, independiente y de autor más importante de todo el mundo.

Berlinale se mantiene con la intención de ampliar su espectro y abordar el variopinto abanico cinematográfico que surge en todas las latitudes, por lo que se embarcaron en la creación del espacio NATIVe – A JOURNEY INTO INDIGENOUS CINEMA que busca mostrar y hacer énfasis en el cine indígena que hace vida en distintas comunidades worldwide.

La importancia de esta ventana yace en sí misma: sinónimo de un espacio en el que se proyecta la producción cinematográfica hecha por indígenas, alzando su propia voz y exponiendo su cotidianidad, luchas sempiternas e historia milenaria.

NATIVe arrancó en 2013 abordando el cine indígena de Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Canadá, por lo que en 2015 esta muestra está plenamente direccionada al cine indígena de Latinoamérica: “desde Zacatecas hasta la Patagonia”.

Esta selección histórica que incluye 12 largometrajes y 6 cortometrajes del AbyaYala, fue curada por Maryanne Redpath, quien convocó a seis asesores con vasta experiencia en el área, entre los que destaca, por supuesto, el venezolano David Hernández-Palmar: wayuu, realizador, investigador y curador de la MICIV - Muestra Internacional de Cine Indígena de Venezuela.

Junto a David estuvieron los también especialistas José Miguel Álvarez (México), Amalia Córdova (Chile), Vincent Carelli (Francia/Brasil), Bird Runningwater (EUA) y Jason Ryle (Canadá).

Asimismo, vaya una felicitación a todo el equipo del largometraje “Lo que lleva el río”, especialmente a la actriz, comunicadora y artista warao Yordana Medrano quien protagoniza esta película que forma parte de la selección oficial en NATIVe; historia que narra la disyuntiva de Dauna: una mujer warao que tendrá que decidir entre amar a Tarcisio o seguir con su vocación, asumiendo así la responsabilidad que acarrea cada una de esas vertientes.

Por otro lado, Berlinale también celebra el reconocido European Film Market que se lleva en paralelo al festival; mercado en el que coinciden curadores, distribuidoras, casas productoras, inversionistas, entre otros, para visualizar material de todo el mundo y en el que, por primera vez, NATIVe Indigenous Cinema tendrá su propio stand.

En dicho stand Venezuela también dice presente: el cortometraje Tatuushi” del colectivo Maikirralasalii, realizado en el marco del Plan de Formación del Centro de Producción Audiovisual y Radial “San Jacinto” y bajo la coordinación de Jorge Montiel, tendrá su catálogo, proyección y espacio de difusión gracias a que el equipo curador del festival de cine indígena Imagine Native Film + Media Arts Festival de Toronto, Canadá, consideró que este trabajo posee todo el potencial necesario para representar a Latinoamérica en tan relevante medio.

Como si no fuera suficiente motivo de celebración esta participación histórica de nuestro cine originario, el joven realizador Gérard Uzcátegui formará parte del prestigioso Berlinale Talents: una plataforma exclusiva que reúne a alrededor de 300 creativos emergentes de todo el mundo para ser parte de un campus de formación en el marco de las actividades del festival.

Contando al mundo desde el terruño


Sirva pues, esta importante presencia del cine originario en el Festival Internacional de Cine de Berlín, para recordar la labor que ha venido desarrollando la Muestra Internacional de Cine Indígena de Venezuela, en pro de incentivar y promover la cinematografía indígena dentro y fuera de Venezuela, tanto la realizada en nuestra tierra como la de hermanas comunidades alrededor del mundo.

El año pasado la MICIV, cuya curaduría y programación están a cargo del ya mencionado David Hernández-Palmar, la producción es de Yanilú Ojeda y la dirección de Leiqui Uriana, también realizadoras, reunió a 142 Pueblos Indígenas de 30 países, proyectados en un total de 65 cortometrajes, 76 medios y largometrajes y 13 animaciones, participaciones que, además, evidencian la demanda de este tipo de espacios de proyección tan necesarios ante la creciente realización audiovisual proveniente “en, para y por” los pueblos indígenas.

En gran medida, el cine hecho por “expertos” buscaba vender a las primeras naciones como “objeto” del pasado: lejano y taciturno, sin embargo, hoy más que nunca el aporte de la narrativa indígena a la cinematografía mundial acentúa y reafirma que, para construir una sociedad del presente en miras a un futuro plenamente inclusivo, ésta debe asumirse intercultural: aprender idiomas indígenas y reconocer los aportes que tales conocimientos traen consigo.

Mónica Bermúdez Zovko.-